Boca del Asno 5 de agosto
La mañana estaba estupenda para la práctica del canicross, teníamos una temperatura de 12º a las 9:00 e incluso el cielo estaba algo nublado.
Siguiendo las recomendaciones de Sergio calentamos primero sin perro para evitar posibles lesiones ya que atarnos a los perros "en frío" puede ser fatal ya que pasar de 0 a 100 en muy poco no es facil de soportar....
Una vez preparados nos atamos a los perros que nos llevaron practicamente arrastras hasta el punto de salida que es una zona mas llana comparada con la que calentamos y con menos obstaculos, aunque muy, muy divertida....los perros se olían lo que venía y estaban deseando salir para darlo todo.
Como había subido algo la temperatura acordamos hacer unos 4km en total de puro canicross (dos ida y dos vuelta) por un terreno increible: no solo era correr sino también esquivar piedras, raíces, árboles.....alguna que otra vaca...
Dimos la salida, y con Sergio y Nua al frente fuimos saliendo con pocos segundos de diferencia, como era imposible cogerles los perros tiraban y tiraban con la "ilusión" de poder pillarles, motivación 100% para los perretes mas vaguetes y que se aburran antes de tirar.
El recorrido fue siempre por la vereda del río por lo que refrescaba y los perros tiraban como si les fuera la vida en ello: fue genial volver a sentir el tirón del perro, fue un subidón de adrenalina producida por el sitio donde estábamos y sentir de nuevo las sensaciones de volar con nuestros compañeros.
El recorrido fue siempre por la vereda del río por lo que refrescaba y los perros tiraban como si les fuera la vida en ello: fue genial volver a sentir el tirón del perro, fue un subidón de adrenalina producida por el sitio donde estábamos y sentir de nuevo las sensaciones de volar con nuestros compañeros.
Después de los 4 Km aprovechamos para practicar el cruce de ríos para que de cara a las competiciones el perro no se quede bloqueado en la orilla, así que hicimos algunas pasadas corriendo y parecía que los perros estaban encantados de pasar por el agua fría del río.
Y para rematar la sesión aprovechamos para hacer unas rectas con los perros enganchados mientras que Laurix hacia unas fotos.
Genial mañana, que acabó con bañito perruno en el río y desayuno ya rodeados de domigueros...
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