Nadoterapia 30 agosto
Una vez más fuimos invitados a la residencia canina el Nido. Esta vez solo pudimos ir tres de nosotros: Susana, Alexis y yo, con nuestros perretes: Lola, Kenia, Indae y Nua.
Al ser poquitos, Yolanda nos enseñó a hacer relajación con los perros y lo que al mirarla a ella parecía que iba a ser fácil, no lo fue tanto al tenerlo que hacer nosotros.
Empecé
yo con Indae, a mi labradora le encanta nadar, y el agua es un medio en el que
ella se desenvuelve sin problemas. Sin embargo, el hecho de abrazarla al revés
y que se relajase nos costó un poquito al principio, pero una vez que lo
conseguimos fue una gozada. Sientes como su corazón se va relajando y su pulso
pasa de ser acelerado, de pero que me haces!!!, a la paz de confiar en ti, de
sentir que sois uno en el agua, tranquilos y flotando, cerrando los ojos para
sentir latir nuestros corazones, realmente fue una gozada poder experimentar
esta sensación con mi perra
Por
último Kenia, aunque al igual que Indae la costó un poco relajarse conseguimos
que también se relajase, se la oía respirar de fuerte a suave a medida que
tomaba confianza y se relajaba poco a poco.
Fue
entonces cuando decidí volver a intentarlo con Nua y tras volver al forcejeo,
seguí los consejos que nos estaba dando Yolanda en todo momento y de pronto,
conseguí algo que me pareció milagroso, mi perra, el puro nervio de Nua la que
no para de correr y ladrar, se calmaba por unos instantes y decidía confiar en
mí. Por un momento, note calmarse a su corazón, relajarse y dejarse abrazar, no
duró mucho, pero para mí ya fue algo muy grande.
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Susana